Recuerdo cuando te regale una caminata, bajo las hojas del otoño.
Vi que tenias frío, así que te regale mis guantes. Luego de un rato noté que estabas triste, así que te regale un abrazo.
Con el tiempo te regale las primeras fotografías de mi cámara, las primeras notas de mi violín y los primeros pensamientos de mi cuaderno.
Te di todo lo que tenia, para poder recompensar tu compañía.
Pero un día dejaste de estar aquí.
Entonces me mire al espejo, me di cuenta que me había quedado sin nada.
Y esto también termino por ser un regalo para ti
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